viernes, 22 de junio de 2007

Personas y Proyectos

Una de las mayores dificultades con las que se encuentra un jefe de proyecto es la gestión de la personas que integran el equipo.

Si catalogamos a las personas que participan en un proyecto en función de su experiencia y motivación, nos encontramos con el siguiente gráfico:

Cuadrante I: Inexpertos pero motivados (Juniors)
Cuadrante II: Expertos y motivados (Motores)
Cuadrante III: Inexpertos y poco motivados (Despistados)
Cuadrante IV: Expertos pero poco motivados (Quemados)
Una habilidad que deberá tener el Jefe de Proyecto, será la de ubicar a cada uno de los miembros del proyecto en cada uno de estos cuadrantes. Una vez realizado esto, podrá delegar mucho en los integrantes del cuadrante II.
Uno de los objetivos del Jefe de Proyecto será recuperar a los integrantes del cuadrante IV, pues a poco que se les motive podrán pasar directamente al cuadrante II.
Una buena práctica, en la medida que sea posible, será hacer equipos mixtos entre los miembros de cada uno de los cuadrantes:
  • Grupo II y III (Los miembros del grupo II tienen como objetivo añadido motivar y formar al grupo III)
  • Grupo I y IV. El JP fomentará el contagio de lo mejor de cada grupo hacia el contrario. Esta asociación requerirá de especial atención por parte del JP para que no se contagien los aspectos negativos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo convertiría el plano en cubo y en el eje Z graduaría el grado de competencia, aunque la cosa se complica.

Por liarlo aún más, podríamos añadir un último concepto que, francamente da muy buenos resultados: cuanto más pelota rastrero seas, más rápido ascenderás y a mejores puestos llegarás. Las claves para ser un buen pelota: no llegues pronto, emplea dos o tres horas para comer y vete tarde (cinco minutos después del jefe). Dos visitas diarias a su despacho contribuirán a que perciba implicación por tu parte y te considere motivado (Grupo II). Además, como te interesa que te compare con el Grupo IV (desmotivados), debes saber que el grado de quemazón de dicho grupo es directamente proporcional a tu incompentencia, así que igual hay que pintar un un pentaedro.

Menos mal que aún queda un sexto grupo: los moñas, los que curramos y aún creemos que es posible establecer un modelo imparcial cuya evolución profesional venga dada por los méritos propios y no por de quién seas compañero de golf.

Finalizo ya porque si continúo acabo en un icosaedro.

Enhorabuena, Jesús por tu blog.

El Mathías